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Panorama en torno del seguimiento a los sistemas de Evaluación Institucionales

“La evaluación que hacen los colegios de sus estudiantes incorpora muchos aspectos de carácter formal e informal que de una u otra manera apuntan a hacer juicios de valor sobre el desempeño escolar” (F. Cajiao). La Secretaría de Educación para la Cultura de Antioquia, ha solicitado a las instituciones Educativas diligenciar el instrumento “Sistema de Seguimiento a la Implementación del SIEE”, con el objetivo de conocer los avances en la implementación del sistema institucional de evaluación y establecer estrategias de acompañamiento en torno al logro de “la calidad educativa” de acuerdo a las necesidades específicas en cada establecimiento educativo.

En este sentido consideramos pertinente aportar a la reflexión nacional en torno al estado de nuestro sistema educativo. Resulta absolutamente irreverente planear y afirmar que es posible que con cualquier estrategia que se implemente en Colombia, se pueda alcanzar el logro de la calidad educativa. Calidad es sinónimo de Equidad; la calidad en la educación (Jaramillo-2007) se ha perfilado como un tema  cuyo tratamiento inadecuado puede presentar alto riesgo de confusión pública y hasta de acción lesiva para la convivencia social si imperan sus usos amañados, es un proceso complejo que amerita ser asumido como objeto teórico y como línea de investigación, ya que se puede contribuir con su esclarecimiento y evitar tratamientos tendenciosos, injustificados y abusivos en muchas ocasiones.

Independientemente de lo cuestionado del sistema educativo colombiano como problema global de nuestra  educación, y que ha resultado más complejo y aberrante  en las últimas dos décadas, es imperioso referirse al tema de la evaluación del desempeño de los estudiantes que está implicado en esa problemática macro. Los gobiernos de turno de manera soterrada, aprovechando, también,  la debilidad de la práctica docente, la resistencia de los maestros para ser evaluados con propósitos sancionatorios y no con la responsabilidad de garantizarnos una cualificación seria y programática de nuestra práctica, el no tener solida fundamentación para entender la dualidad convivencia- aprendizaje , promulgación irresponsable de normas caprichosas y personalizadas, del caos que se genera en la institucionalidad por la falta de recursos, el atiborramiento de tareas, la masificación en las aulas, la mal llamada fusión de los centros escolares que más bien es disgregación, el estilo de gestión educativa, llena de interminables compromisos para los directivos, el menosprecio por la labor profesional del docente, hacen parte de las políticas perversas del estado para justificar su desatención y que de manera directa afecta este proceso esencial en el control, motivación y construcción del proceso pedagógico académico.

Es importante entonces hacer referencia a categóricos aspectos que navegan con fuerza en el ámbito de la evaluación y sus efectos en el resultado del desempeño de nuestros estudiantes y la formulación de los sistemas institucionales:

1. Las tan mencionadas pruebas externas SABER y ahora ICFES-SABER, que a nuestro juicio, muy respetuosamente, suena más a vericueto tendencioso para eludir responsabilidades, que medir la calidad con que se desarrolla el proceso pedagógico-académico en las instituciones educativas, no miden si nuestros estudiantes son competentes o no, no es compatible su efectividad sin tener en cuenta la realidad de sus entornos, diferencias individuales, pues cada uno tiene sus propias características de personalidad, sus propias maneras de aprender, y sus propias expectativas personales, además de los efectos de tipo psico- social que estos experimentan. En este caso ni siquiera es posible hacer referencia a la educación selectiva para hacer un comparativo, porque resulta bizantino, dadas las altísimas desigualdades que hay en este país.

2. ¿Cuántos de nuestros padres de familia emplean un rato para hojear los cuadernos (en el sector oficial no se puede aludir a libros de texto de sus hijos, porque no los tienen, si se les pide no los compran y casi se convirtió en un impedimento) de sus acudidos?, ¿Cuántos se percatan de sus problemas particulares en el diario quehacer escolar y se preguntan cómo pueden ayudar a resolverlos? Las instituciones, de estratos más bajos por ejemplo, han sido, paulatinamente convertidas por el tipo de acudiente y estudiantes que tenemos en guarderías, Unidades de atención integral, centros de rehabilitación, y para los más cómodos, en sitios de encuentro.

Los padres que atienden la escolaridad de sus hijos, están a disposición de trabajar con ellos y están en contacto con los maestros, crean el mejor eslabón para el triunfo académico de sus hijos, es necesario recordar esto, para no olvidar su importancia.

La situación de nuestra institución es bastante compleja, no obstante se están creando osadamente estímulos a través de nuestro plan de retención escolar que nos permitan suplir los efectos del desgano, descuido  e imposibilidad de nuestros padres de familia y acudientes ocupados, cuyos acudidos no cuentan con la atención requerida para garantizar un buen rendimiento escolar. Los hogares que carecen de una motivación positiva hacia el estudio y una adecuada organización en el proceso de orientación de los niños, niñas y adolescentes, crean estudiantes desorganizados o sin el interés por el estudio.

Para satisfacer las necesidades educativas de los estudiantes en general se requiere de atención por parte de los padres ocupados o descuidados, pero vale la pena el esfuerzo ya que un sujeto en edad escolar que cuente con la atención de sus padres y la motivación de estos ampliará sus posibilidades de tener un rendimiento e interés mayor en la I.E.F.A. Esa ha sido nuestra aspiración como patrimonio colectivo e institucional, acudiendo al derecho de soñar.

En la Básica primaria, el docente necesita trabajar junto con los padres para que el alumno tenga una formación con bases más sólidas que le permitan las actitudes y aptitudes que refuercen su interés en los estudios, ahí radica la importancia de que los padres enfoquen su atención al aprendizaje de sus hijos, y dejen de descargar en la escuela su propia responsabilidad, ya que esta nunca podrá reemplazar a los padres, ni pretender educar integralmente a los alumnos sin la cooperación de padres y maestros.

3. Los docentes: El colectivo de docentes de la Federico no es tan diferente de los colectivos de cualquiera de las Instituciones educativas oficiales de nuestro País, pero tiene sus particularidades que lo hacen o no, interesante, no es el más armonioso, ni es el ideal de colectivo, ni más faltaba. Está conformado por educadores muy responsables, muy trabajadores, unos muy laboriosos, unos muy productivos, otros laborioso-productivos, tolerantes y no sumisos, negligentes o no en el desarrollo de procesos de autoformación permanente y fortalecimiento de su profesionalidad, algunos en el ocaso de sus carreras y esto lo constituye en una comunidad docente diversa. Entiéndase que la diversidad es riqueza y para entenderla hay que integrarla, labor que requiere de el talento y la diligencia de quienes se asumen como líderes del proceso educativo Federiquiano. Somos un cuadro, propio de las características del sistema educativo Colombiano.

Convivencia y aprendizaje se condicionan mutuamente. La causalidad circular permite comprender la interrelación entre ambos: cada uno es condición necesaria (aunque no suficiente por sí solo) para que se dé el otro.  Para comprender mejor esto, ilustremos con algunas ejemplos desde la cotidianeidad de  las escenas escolares: una clase en la que el profesor trasmite conocimientos desactualizados, o sobreabunda en detalles, o se va por las ramas, o utiliza una metodología inadecuada (o todo esto junto), y además explica los experimentos, no los hace, «lee y dicta» apuntes y/o «ofrece la lección en el frente», genera desinterés, abulia, apatía, propone la realización de talleres, pero no los controla, se ausenta del aula y el proceso valorativo de las actividades no corresponde con la realidad del desempeño de los alumnos , generalmente termina en indisciplina, primero pasiva pero luego es activísima e incontrolable. Estos tipos de actitud, no permiten la apropiación de los conocimientos, es más operan en contra.

Si seguimos con ejemplos, hay otro tipo de clases en la que los alumnos están activos, pero en actividades dispares y ajenas a la clase. Esta hiperactividad, resultado del desinterés de los alumnos, reforzados por la falta de autoridad del docente, genera un clima de confusión, de caos, que no permite el proceso docente – educativo. En ambos casos, además de no «apropiarse de contenidos curriculares», la interrelación docente – alumno está severamente perturbado, los vínculos estrechamente ligados a la tarea no se consolidan, esto incide negativamente en la convivencia, la debilita seriamente. Es decir el proceso de enseñanza – aprendizaje está empobrecido – y en muchos casos ausente – tanto en lo que se refiere a contenidos curriculares como aspectos vinculares, pues lo vincular se aprende y se aprehende vivencialmente a través de la tarea. De lo expresado, concluimos que: los procesos pedagógicos y la convivencia institucional están indisolublemente vinculados entre sí.

4. Los directivos y la gestión educativa: estamos en el siglo XXI, por lo tanto las demandas de hoy exigen posturas modernas, emprendedoras, propositivas y sobre todo, de participación democrática. En cuanto a la escuela se ha producido un paso de la escuela autoritaria a la escuela democrática a partir de dos principios: gestión democrática y participación de los distintos sectores. Es prudente y necesario asumir la practica permanente de los verbos, dialogar, concertar, conciliar, comprenderse, entenderse, negociar y, por supuesto, pedagógizar esa negociación.

Mientras que la escuela autoritaria respondía a un modelo complejo y asentado en distintos ámbitos de la sociedad, para la escuela democrática no había un modelo sino que debía irse experimentando. La cascada de valores, normas, presiones del autoritarismo no encontraron su correlato de valores democráticos y se dejó desprotegido al nuevo sistema. Se pasó de un modelo de escuela a otro, pero el segundo, el democrático, no se ha trabajado, cuidado, exigido responsabilidad, formación, entre otras. Parece como si se considerase que el funcionamiento democrático viene de suyo y no requiere de educación. La consecuencia ha sido el deterioro del sistema de convivencia por la aparición de actitudes individualistas exageradas y sin control. Lo que cotidianamente las autoridades educativas, sobre todo, reclaman tanto de los docentes para con sus  alumnos no lo hacen compatible en los modelos de administración cuando se trata de los maestros. En este sentido la IEFA está dando pasos importantes y de manera muy responsable.

5. El respeto a la labor y misión docente es un modo de coadyuvar a la mejora de la sociedad. Sin duda, los colegios tenemos mucho terreno que despejar, y desde dentro corregir para ofrecer cada vez un mejor servicio educativo. Pero de allí a minarnos en nuestra autoridad sobre la base de algunas deficiencias puntuales, es demasiado y lesivo. La educación, como cualquier profesión, tiene un marco teórico, unas estrategias y procedimientos que acreditan y avalan el accionar docente. Además, los colegios, al hacer pública su filosofía educativa, permiten que los padres de familia puedan elegir a aquel que más se ajusta con lo que buscan. Tal decisión entraña la aceptación de la propuesta de la I. Educativa, la confianza en la idoneidad de los profesionales que allí laboran y la delegación de la tutela y autoridad al colegio para que a través de sus profesores  guíen y orienten a su hijo conforme al perfil del alumno propuesto.

De manera que entre la IEFA y los padres de familia se establece una alianza marcada por acciones complementarias que convergen en un mismo punto: la educación y formación de sus hijos. La complementariedad no es confusión, más bien supone claridad en la delimitación de los roles a partir de la cual el colegio concurre como experto en la tarea de definir lo que el alumno necesita con miras a su desarrollo educativo.

La autoridad y la prestancia de las I.Educativas no pueden ser tan alegremente cuestionadas. La formación de niños y jóvenes es un quehacer profesional que implica generosidad, paciencia, vocación y sabiduría. No es una desfachatada aventura comercial y menos una mera actividad cuyo objetivo es halagar y complacer a sus clientes. Educar es una apuesta al futuro de un país, que recae en parte en las Instituciones educativas y en los hombros de sus profesores. ¿Es el estado y el pueblo colombiano consciente y consecuente con ello?

3 Comentarios

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  • EVALUAR DESDE RECONOCER LO DIVERSO
    Luisa Elvira Estrada Palomino
    Docente Investigadora
    Institución Educativa Rural Salinas

    Evaluar desde reconocer lo diverso, es una ventana desde identificar esa mirada de reflexión, para reconocer ese entretejido de lo diverso, lo simple y lo complejo del entramado de evaluar para mejorar en el esquema de asumir corresponsabilidad como actor educativo, que participa.
    El tejido social, es otra nave de miradas que asumen su rol de participación, en el mejoramiento de calidad de vida.
    En el espacio escolar la evaluación está acorde a su modelo pedagógico y desde ahí se genera una cultura. Les comparto como desde una estrategia de enseñanza – aprendizaje. Se da una deconstrucción de prácticas educativas desde releernos en nuestro hacer en la interrelación con: UN MODELO PEDAGOGICO ALTERNATIVO Y CRITICO Y EL USO DE los registros de la narrativa.
    Desde esta práctica se requiere analizar la interacción objetos de enseñanza, saberes culturales, saber profesional- Estos registros se dan desde:

    1. SITUACIONES DE APRENDIZAJE Y PRÁCTICA
    2. SITUACIONES COTIDIANAS
    3. SITUACIONES NOVEDOSAS
    4. SITUACIONES AMBIENTALES

    1. SITUACIONES DE APRENDIZAJE Y PRÁCTICA

    Las situaciones de aprendizaje y práctica se refieren a los contextos o entornos problema en los cuales se espera que el estudiante ponga en acción los procedimientos e ideas básicas del área. Sin pretender agotar el amplio espectro de fenómenos o problemas que el estudiante debe conocer.

    Estas situaciones se han clasificado en tres categorías.

    A. Situaciones cotidianas

    Hacen referencia a los problemas, fenómenos o situaciones recurrentes en la cotidianidad de los estudiantes y en los cuales tiene sentido realizar un estudio o un análisis a partir de los elementos conceptuales y procedimentales del área. Esta categoría pretende recalcar el sentido de la ética y la axiología en la vida de cualquier persona y en el desarrollo de su capacidad para analizar y criticar lo que suceda a su alrededor.

    B. Situaciones novedosas

    Configura todos aquellos problemas, situaciones o fenómenos en los cuales, aun cuando los estudiantes no estén familiarizados, construyen explicaciones e interrogantes o desarrollan estudios experimentales o experiencias poniendo en práctica lo que han aprendido en el área.

    C. Situaciones ambientales

    Estas situaciones pueden ser novedosas o cotidianas. Su característica fundamental es que hace referencia a las problemáticas que involucran relaciones entre el área, la sociedad y el entorno.

    En el marco de las nuevas configuraciones sociales (…) las instituciones educativas, los educadores y los intelectuales en general ocuparán un lugar central en los conflictos a través de los cuales definirán las orientaciones de estos procesos sociales (Tedesco, 1999:7).
    La escuela moderna, en su programa institucional fundacional, era vista como un “santuario”: en la escuela se impartían los valores sagrados de la razón y la nación. Los alumnos eran considerados como sujetos de conocimiento y razón y no como niños o jóvenes: debían dejar fuera sus identidades, particularismos sociales y problemas en la puerta de la escuela. Esto fue más fuerte en la escuela media, considerada hasta hace pocas décadas como educación de elite a la que ingresaban unos pocos (Debe, 2004; Tenti, 2000). Muchas de las características organizacionales de la escuela aún hoy responden a este modelo de “santuario”.

    •Con la masificación de la educación, ingresan “nuevos alumnos” a la escuela que traen consigo no sólo sus identidades sino los problemas sociales del nuevo capitalismo, y que no están dispuestos a dejarlos en la puerta de la escuela (Tenti, op. cit). En muchos casos las características de los nuevos alumnos chocan con las formas organizativas tradicionales de la escuela. Cuando la distancia cultural entre la institución y los sujetos es tan fuerte, genera en el largo plazo la exclusión de los estudiantes de sectores más vulnerables, a través de diversos mecanismos muchas veces ocultos.

    ¿Qué rol tiene la escuela en la actualidad? La institución escolar tiene un rol destacado y específico:
    La formación de competencias. Competencias entendidas como “..…capacidad para captar el mundo circundante, ordenar impresiones, comprender las relaciones entre los hechos observados y actuar en consecuencia (…), saberes transversales que puedan ser actualizados en la vida cotidiana, lo cual se demuestra en la capacidad de resolución de problemas(Gallart, 2002).
    Entonces… Aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia -realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos-respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz.
    -Aprender a ser para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Con tal fin, no menospreciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitud para comunicar.” (página 34).
    Para el fenomenólogo, la conducta humana, lo que la gente dice y hace, es producto del modo en que define su mundo» (Taylor y Bogdan, 1996, p. 23).

    La indagación narrativa como opción ideológica, epistemológica y metodología nos posibilita la construcción e implementación de la propuesta en nosotros y los otros sujetos en formación y de esta manera incidir en los diversos contextos institucionales en que nos movemos. En tal sentido, la apuesta de los docentes en un modelo pedagógico alternativo y crítico, apunta es una búsqueda de la calidad de la educación y la dignificación de la profesión. Tal apuesta constituye una opción política de mejoramiento y trasformación de las condiciones socioculturales que impiden la contribución en la construcción de un sujeto para el tipo de sociedad que se requiere y la producción de las condiciones reales que lo permitan. Dado que, en el modelo pedagógico se juega el tipo de sociedad y el tipo de sujeto que se quieren.

    BIBLIOGRAFIA
    BOLIVAR ANTONIO, JESUS DOMINGO Y MANUEL FERNANDEZ. La investigación biográfico-narrativa en educación. Enfoque y metodología. Editorial La Muralla, Madrid. 2001
    Bolívar, A. (2002). “¿De nobis ipsis silemus?”: Epistemología de la investigación
    biográfico-narrativa en educación. Revista Electrónica de Investigación Educativa,
    4 (1). Consultado el día de mes de año en:
    http://redie.uabc.uabc.mx/vol4no1/contenido-bolivar.html
    Revista Electrónica de Investigación Educativa Vol. 4, No. 1, 2002
    Daniel H. Suárez∗indagación de experiencias pedagógicas. Universidad de Buenos Aires y Laboratorio de Políticas Públicas – BA
    Gadamer, Hans-Georg 1992), Verdad y método.
    Morin, Edgar: (2001) Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Editorial Mesa redonda Magisterio Bogotá.

  • Profesor Ricardo.
    Un millón de gracias por tener un espacio donde compartir, este acto constructivo de reflexión de nuestro hacer profesional y permitir que nuestras ideas se expandan en el universo de la red.
    Seguiremos producciendo relecturas, para reflexionar el transitar en este espacio tiempo de sujetos pedagogicos.

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