Portada » Futbol y Sociedad

Futbol y Sociedad

El siguiente texto fue tomado de Reflexiones de sabiduría artículo publicado en argentina en el blog de fútbol y pedagogía; además retomado en el bloguer de capsulas de “el  colombiano”  coordinado por Alfredo Carreño Suárez y expuesto en un diplomado de pedagogía del fútbol dictado en el politécnico Jaime Isaza Cadavid Por el Entrenador de fútbol Hugo Gallego Villa;  y valorado por el área de educación física recreación y deportes de la institución educativa Federico Ángel a través del Educador físico LUIS FERNANDO SANCHEZ VANEGAS, para ser compartido con nuestros visitantes.

Es un ingrediente el poder apropiarnos de un tema vital en la práctica deportiva que conlleva al componente axiológico o competencia general en el área de educación física. Fútbol y sociedad son el dilema que hoy en día confunden todas las esferas que tienen que ver con esta modalidad deportiva y que aplica para la concepción de la enseñanza en los ambientes educativos. Cualquier estudiante se privilegia de pedir fútbol a la hora de edufísica y los educadores físicos o quien orienta ésta área, cae en el error de otorgar este espacio sin valorar aspectos como los que a continuación nos comparte el entrenador de fútbol Hugo Gallego Villa, quien  ha trasegado por el fútbol como delantero del deportes Tolima en los  años 80s, donde gracias al legado del  gran entrenador José Ricardo D’león le abrió la senda formadora a él y  otros entrenadores que más adelante fueron discípulo, permitiendo  grandes conceptos que nos comparte en la siguiente reflexión.

_____________________________

¿Cómo esperar mejores resultados, si a casi nadie le interesa el fútbol bien jugado, sino el fútbol bien o mal ganado?

¿Cómo esperar mejores resultados, cuando al parecer, los futbolistas entrenan para bailar, no para jugar?

¿Cómo esperar mejores resultados, cuando es más importante la cantidad de dinero a ganar que la calidad del juego a jugar?

¿Cómo esperar mejores resultados, cuando los partidos son ganados, más por ser transpirados que por ser pensados?

¿Cómo esperar mejores resultados, cuando según algunos, los partidos los ganan los técnicos dirigiendo y no los futbolistas jugando?

¿Cómo esperar mejores resultados, cuando los mejores jugadores de los equipos son los técnicos e inteligentes y no juegan?

¿Cómo esperar mejores resultados, cuando los técnicos son contratados por amistad, no por capacidad?

¿Cómo esperar mejores resultados, si los mejores jugando no son los que piensan, sino los que más corren?

¿Cómo esperar mejores resultados, cuando la táctica para no dejar jugar, es más valorada y apreciada que la técnica para jugar?

¿Cómo esperar mejores resultados, si lo único que los hinchas exigen a los futbolistas es que corran y no que piensen?

¿Cómo esperar mejores resultados, si el talento fue secuestrado, la inteligencia extraditada y la habilidad pignorada?

Realmente es una locura esperar mejores resultados futbolísticos, si se sigue estando preso de los mismos viejos vicios y encadenado a los mismos viejos errores.

Los futbolistas no corren, gritan los hinchas. Los futbolistas no ponen ganas, sentencian los periodistas. A los futbolistas les falta actitud, acusan y condenan los técnicos cuando para salvar responsabilidades, no encuentran razones tácticas o estratégicas del porqué sus equipos juegan mal y pierden bien.

Todos o casi todos en la sociedad futbolística, están convencidos que los partidos de fútbol se pierden porque los futbolistas no corren, no ponen ganas o porque les falta actitud ganadora. Nada más alejado de la verdad, los partidos de fútbol se pierden porque los futbolistas carecen de la aptitud ganadora, de la capacidad táctica, del talento colectivo, de la técnica individual o de la inteligencia para jugar bien y ganar.

Salvo excepciones que siempre las habrá, los partidos de fútbol se pierden más por razones futbolísticas, que por razones anímicas que tengan que ver con las ganas o con la voluntad de ganar. Todos, absolutamente todos los futbolistas, tienen ganas de ganar, y quieren ganar, pero aunque todos tengan ganas y quieran ganar, no todos pueden porque no todos saben cómo.

Por muchas ganas que tengan de ganar si los futbolistas no tienen con qué y no saben cómo, no ganarán. Para ganar partidos de fútbol, se necesita mucho más que las intensas ganas, porque los triunfos, son más un producto de la imaginación de los futbolistas imaginando cómo ganar, que de la fuerza de voluntad de los futbolistas queriendo con toda el alma triunfar.

Si no se tienen buenos futbolistas y si no se tienen técnicos sabios táctica y estratégicamente, por mucho que se corra, por muchas ganas que se pongan, por mucha actitud ganadora que se tenga y por mucho que los hinchas alienten, los partidos no se ganarán.

Cuando estas verdades derroten a la mentira generalizada que los partidos se pierden por falta de actitud, por falta de correr, o por falta de poner ganas, tal vez así los hinchas no griten ni alienten exigiendo correr más sino exigiendo pensar mejor, tal vez así, los periodistas no acusen ni condenen a los futbolistas por una supuesta falta de ganas, y tal vez así, los técnicos aprendan ojalá de una vez y para siempre que, para no perder más partidos, es más importante la aptitud que la actitud, y lo más importante, tal vez así, se jugará un fútbol mejor, más pensante, más imaginativo, más ganador. Tal vez así.

× ¿Cómo puedo ayudarte?