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¿ la Educación, para qué ?

En la actualidad pueden surgir dudas acerca del sentido o la razón de ser de los sistemas educativos. Hasta nosotros mismos, los que hacemos parte de la estructura del sistema educativo  a veces sentimos que existen vacíos en cuanto a los propósitos de la educación en los tiempos actuales. Una serie de crisis sociales hacen que revaluemos continuamente los objetivos y el sentido de la educación. Voy a a plantear algunas consideraciones al respecto que desde luego, están abiertas al diálogo y la controversia.

Hay una tendencia que sutilmente, o no tan sutilmente se va extendiendo en las comunidades educativas en general. El considerar a la educación hacia logros económicos de los estudiantes, futuros ciudadanos para alcanzar un “status” o movilidad en cuanto al nivel de vida y la movilidad social de una clase social a otras, que posibilitan mejores condiciones. No niego que hay un trasfondo económico que es importante, pero no se puede coartar la educación a este factor. Que tal la famosa frase o “cliché”: “Estudio para ser alguien en la vida”. Personalmente no me agrada. Porque todos somos alguien, se podría decir que desde que comenzamos a existir en éste planeta. Esta es una expresión en la que se podrían hacer toda serie de comentarios.

El proceso formativo que ofrece nuestro sistema educativo está o debe estar en posibilidad de: formar seres humanos y ciudadanos,  formar capacidades e incrementar capacidades, formar seres humanos que usen mucho más su inteligencia y por lo tanto sean más productivos y proactivos.  También a formar seres humanos que estén integrados a la cultura y sepan aprovechar convenientemente lo que nos ofrece la cultura moderna, y que adquieran niveles adecuados de convivencia para que sean funcionales en cualquier escenario social.

Adquirir competencias, termino tendencioso, porque se puede relacionar con competir, objetivos, logros, estándares……formulemos la orientación de los propósitos educativos sin caer en ambigüedades. Eso depende si esas descripciones son claras, bien estructuradas y si corresponden a una formación integral de seres humanos que se están en proceso de crecimiento; niñas, niños y jóvenes. Los cuales tienen unas dimensiones mentales, corporales, sociales y además de otras dimensiones, me atrevo a afirmar también espirituales.

Tomando la educación en sentido concreto podemos afirmar que la educación que ofrece nuestro sistema educativo está o debe estar en posibilidad de: formar seres humanos y ciudadanos,  formar capacidades e incrementar capacidades, formar seres humanos que usen mucho más su inteligencia y por lo tanto sean más inteligentes.  También a formar seres humanos que estén integrados a la cultura y sepan aprovechar convenientemente lo que nos ofrece la cultura moderna, y que adquieran niveles adecuados de convivencia para que sean funcionales en cualquier escenario social.

Otra de las potencialidades de la escuela es el poder reforzar la formación ética y moral, que desde luego se inicia en la familia. Áreas como Ética, Filosofía, Religión y hasta las Ciencias Sociales adquieren relevancia si consiguen fomentar principios fundamentales de  ese “saber vivir” y de buscar el verdadero beneficio personal y de la sociedad, para formar individuos críticos que aporten a las transformaciones que requiere nuestra sociedad.

Las dificultades que tiene el sistema educativo actual son muchas. Además de que las instituciones educativas están soportando la carga de las  crisis sociales y familiares, en cuanto a lo pedagógico se requiere reforzar, dada que la situación actual es muy exigente. Desafortunadamente lo pedagógico ésta relacionado con el factor económico. Lo ideal sería que los grupos de estudiantes fueran de 25, 30, o hasta 20 estudiantes, pero por cuestiones de presupuestos en la mayoría de instituciones educativas esto no es viable.

Muchas iniciativas pedagógicas se agotan por las dificultades que presentan grupos numerosos de 40, 45 y hasta 50 muchachos y muchachas. El hecho es que se requieren cambios pedagógicos sin descuidar los fines de la educación. Una posibilidad sería la investigación pedagógica ejecutada por las secretarias de educación o universidades, no por las instituciones educativas. Estas investigaciones tendrían que dar resultados para propuestas de estrategias pedagógicas sin caer tanto en la teorización; sino que se establezcan propuestas pedagógicas concretas de técnicas y prácticas, que complementen y brinden nuevas alternativas a la labor pedagógica de los docentes.

En todo caso la educación seguirá su marcha, que Dios nos ayude.

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