Hoy por hoy con el afán de vender y comercializar cualquier producto se pone de relieve algo de suma importancia: la creciente manipulación de la imagen infantil en los mensajes publicitarios; y, sobre todo, en los mensajes no dirigidos a ellos.
El atractivo de la imagen infantil para los anunciantes se debe a diversos hechos. En primer lugar, al destacado papel como compradores y consumidores debido al incremento del gasto familiar referido a los hijos como asimismo al aumento de la capacidad adquisitiva de los menores.
En segundo lugar, por la creciente influencia que los niños ejercen sobre el consumo familiar y que afecta no solamente a la alimentación sino a otros bienes y servicios como electrodomésticos, equipos de imagen y sonido, viajes, restaurantes o automóviles tal como reflejan las encuestas al respecto y en tercer lugar por el interés de incorporar cuanto antes a los niños a la actual sociedad de consumo, creándole hábitos de consumo que puedan ser mantenidos en el futuro.
Por tratarse de un tema álgido y de suma importancia en la protección de la infancia y en defensa de los derechos de los niños comparto este artículo que analiza la delicada manipulación de la imagen infantil en los anuncios publicitarios.

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