Esta propuesta ésta orientada al aprovechamiento de las posibilidades que actualmente nos ofrecen los adelantos tecnológicos. En éste caso comentaremos sobre los teléfonos celulares. Estos dispositivos presentan una serie de funciones que pueden ser utilizadas efectivamente en la promoción y complemento del aprendizaje de los estudiantes. Aunque, éste recurso ya se puede haber utilizado en experiencias pedagógicas, ésta experiencia pretende el considerar su uso de forma más explícita.
En las aulas los celulares se han convertido en un problema. En éste caso se busca apreciar éste recurso, más que descartarlo, y motivarlo a los(las) estudiantes para emplearlo en diversos sentidos, no solo en lo que ellos y ellas más lo utilizan; la amistad, las relaciones personales.
Los celulares se pueden aprovechar partiendo desde una de sus funciones más básicas y obvias: sus cámaras fotográficas. Produciendo fotografías con los celulares se pueden formar enclaves y “conectores” para acercarnos al conocimiento y a las Áreas. Las cámaras fotográficas de los celulares pueden ser un recurso didáctico versátil y disponible casi en todo momento, ya que los celulares se han convertido un medio personal de articulación con el mundo actual que tenemos “a la mano”. También se trata de promover acciones de integración de la escuela con “la cultura moderna actual.
Los que somos del siglo pasado podemos recordar lo novedoso que era tomarse unas fotografías. En parte era novedoso porque era un proceso complejo: tener una cámara fotográfica mínimo de calidad aceptable, preferiblemente marca Kodak; comprar un rollo de negativo con una capacidad mínima para 12 o 24 fotografías; Después de tomar las fotografías llevarlo a revelar; todo esto tenía un costo económico.
Las fotos reveladas las entregaban en unos sobres por lo regular amarillos y/o rojos. Al mirar por primera vez, o “revisar” las fotos, se presentaba la admiración, “a ver como quedamos”, y también muchas veces la frustración porque algunas fotos se habían velado, “habían salido oscuras”. De todas formas, las fotografías que habían logrado “pasar” no eran de óptima calidad.
Ahora tenemos a disposición una cámara en el bolsillo, con capacidad para tomar fotografías de muy buena calidad y adaptación de imágenes. Podemos verlas inmediatamente, guardarlas con toda seguridad e imprimir las que queramos, incluso las podemos imprimir nosotros mismos.
En éste caso, el reto es: ¿Cómo articular éste recurso a la estructura curricular y los contenidos de las Áreas? Podría ser simplemente calificar unos posters a los estudiantes desde el establecimiento de puntos de confluencia o encuentro entre éste recurso y las Áreas. Pero sería más productivo estimular con un concurso. La competición exige más a los seres humanos. Puede ser un concurso de fotografía para los estudiantes.
Lo primero a considerar es a que tema va a apuntar ésta herramienta; o sea, que tema o temas se van a fotografiar. Se corre el riesgo de que la actividad se disperse, se vuelva ambigua. Por lo que es necesario “amarrarla” o relacionarla a un Área y a un tema o de forma variada a varias áreas o temas, así se puede conseguir establecer vínculos que den consistencia y proyección temática a la actividad.
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