Los juegos tradicionales de la calle resisten los nuevos estímulos de este siglo, los cuales, tienen una incidencia desde las nuevas tecnologías y a los cambios en nuestro estilo de vida, más sedentario y rutinario. Se juega con menos frecuencia en los parques de los pueblos y en las calles y más a los videojuegos.
Los juegos tradicionales permiten conocer mejor: las costumbres, las formas de vida y las gentes del lugar a través de sus manifestaciones culturales mediante la transmisión generacional de abuelos a hijos o de padres a hijos fundamentalmente.
Todos los años, durante el mes de mayo, las instituciones educativas, el parque del municipio de Caldas y sus alrededores, por no decir todo Caldas, es tomado por el profesorado, el estudiantado, la comunidad y también por parte de funcionarios de la administración municipal y un sector amplio del voluntariado estudiantil.
Es el resultado de un acumulado cultural que cada año se celebra, de manera, ininterrumpida. Todos ellos se concentran en una práctica lúdico-deportiva que llama la atención de amplios sectores de la recreación y del deporte regional, nacional e internacional.
Estos días previos a los juegos, nuestros estudiantes, bajo la coordinación del profesor Víctor Henao Sierra, del departamento de Educación Física Recreación y Deportes, se preparan para representar a nuestra Institución, sobre todo, en aquellas actividades que requieren de todo un montaje y combinación de canto y movimientos corporales como es el caso de las rondas. En esta ocasión lo hicieron los grados octavos y novenos.
Las rondas infantiles y el juego, no solo dan alegría, lo cual de por sí es ya suficiente justificativo para que no dejemos de realizarlos como parte fundamental del trabajo cotidiano en la escuela, sino que fortalecen destrezas, habilidades, valores y actitudes que son muy necesarios para el desarrollo integral de un niño, incluso de los jóvenes.
Estas rondas permiten desarrollar:
La expresión corporal: permiten que los estudiantes conozcan su esquema corporal, con una media vuelta y una vuelta entera, están realizando movimientos que exigen equilibrio, coordinación psicomotriz. Al formar una ronda aprenden a relacionar su cuerpo con el espacio físico, a ubicarse, guardar distancia.
La expresión oral: al cantar, reír y jugar en las rondas el niño y los jóvenes expresan de modo espontáneo sus emociones, vivencias, sentimientos e ideas, a la vez que se familiariza con los juegos y rondas tradicionales de su entorno.
Expresión musical: otra de las funciones básicas que el niño y los jóvenes desarrollan al cantar y mover su cuerpo siguiendo sonidos y ritmos, con pausas y contrastes, es su aptitud rítmica. El ritmo es importante en los alumnos porque le permite ejecutar danzas, juegos, canciones, e incluso expresarse rítmicamente en el lenguaje oral, que luego será escrito.
El ritmo estará presente en el aprendizaje de la lecto-escritura, cuando separe sílabas, cuando forme palabras, cuando reconozca las sílabas tónicas.
Relaciones lógico-matemáticas: por ejemplo, cuando el niño juega a la ronda del Lobo feroz, trabaja las relaciones lógico matemáticas cuando le pregunta al lobo (que está lejos) ¿Qué estás haciendo lobito?, cuando el lobo sale a comer el niño sabe que el lobo está más cerca, en la loca carrera por huir del lobo el niño toma conciencia de nociones espaciales básicas: cerca- lejos, arriba-abajo, delante-detrás.
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