La expedición del Decreto 1290 de 2009 abrió un debate nacional sobre sus alcances. El Ministerio centra la evaluación de los aprendizajes en los desempeños de los estudiantes frente a los estándares básicos de competencias, los cuales constituyen, una visión limitada de los fines y propósitos de la educación, planteados en la Ley General y en la Constitución Nacional, sin embargo, reconoce la autonomía institucional de las Instituciones educativas para definir y crear el Sistema Institucional de Evaluación y la oportunidad de que los colectivos de maestros y maestras le demos sentido pedagógico a la evaluación.
El municipio de Caldas desde el año 2011 viene estructurando la unificación de un sistema institucional de evaluación para ser asumido por todas las instituciones educativas oficiales de la localidad. En efecto la orientación del ministerio, en este sentido, legitima esa posibilidad.
Al asignar la creación del Sistema Institucional de Evaluación a las I.E., el Decreto reconoce, que son los directivos docentes y los docentes (en primer lugar, sobre todo los consejos académicos), junto con los demás miembros de la comunidad educativa (estudiantes, padres de familia, ex alumnos, entre otros) quienes, de acuerdo con los principios y objetivos definidos en el PEI, determinen los ajustes a los criterios de evaluación y promoción, así como las acciones complementarias conducentes al logro de los aprendizajes.
Existe ya una propuesta orientadora, que fue el resultado de la asesoría convenida entre el municipio de Caldas y la Universidad de la Salle, la cual fue ampliamente socializada a finales del 2011, sin embargo este proyecto había quedado inmovilizado por la transición administrativa en el municipio, pero hoy cobra nuevamente vigencia, dado que la Secretaría de Educación municipal ha planteado a los rectores esa posibilidad. Por tanto, es una gran responsabilidad y compromiso ético el que adquieren, no sólo las autoridades educativas de Caldas, sino también los docentes y directivos docentes y en general las comunidades educativas, en el ejercicio de la autonomía escolar.
Ellos reunirán condiciones profesionales, personales y la idoneidad para proceder a la reformulación de sus sistemas y/o la construcción de este Sistema Unificado Institucional de Evaluación, definir los criterios de promoción de los estudiantes, y determinar las estrategias para mejorar y fortalecer sus aprendizajes.
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