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Encuentro de formación en torno a la Evaluación Docente

El pasado 16 de marzo un sector de maestros de nuestra institución, como parte del cumplimiento anticipado  de la agenda de la semana de desarrollo institucional de semana Santa, se dieron cita en las instalaciones de ADIDA (asociación de institutores de Antioquia) para recibir orientación pertinente y efectiva en torno a la evaluación diagnostico formativa para quienes conforman la nueva cohorte, en particular de los profesores regidos por el decreto estatutario 1278; proceso que se sigue desarrollando con desazón y múltiples inquietudes.

En términos de la evaluación docente en nuestro país, siempre la reflexión ha girado en torno al interés por analizar y comprender la relación que existe entre la actual política pública en educación y el ejercicio de la profesión docente en el país, especialmente en el sector público, y se apoya en la idea de que se debe prestar especial atención a la voz del docente para el planteamiento de una política pública en educación que busque contribuir a su desarrollo personal y profesional, pero cualquier proceso mediado por estas políticas tienen el riesgo de no ofrecer las garantías suficientes que se requieren para una verdadera transformación de nuestra práctica, porque éstas, también, obedecen a las orientaciones y requerimientos de organismos internacionales que moldean los modelos de desarrollo en los países latinoamericanos.

Desde este punto de vista, al sistema educativo en Colombia, como en otras partes de América Latina, se le impusieron parámetros de empresa y se relegó la formación humana integral dándole relevancia a la relación costo-beneficio con miras a reducir costos. La escuela, antes pensada como instancia de crecimiento y consolidación de personas libres con la capacidad de crecer en contacto con el otro, pasó a una escuela concebida como una empresa o un centro de entrenamiento de sujetos homogéneamente capaces de mostrarse competitivos para el mercado. Esta tendencia en la forma de concebir la educación en el contexto actual respondió a un modelo ideológico-político que entró en controversia con las necesidades y expectativas de los docentes.

En el actual marco normativo, concebir la educación como un derecho y un servicio público implicó igualmente fortalecer el proceso de autorregulación para que funcione y también la reducción o eliminación de aquellos derechos adquiridos que no estuvieran vinculados a la competitividad, cambiándolos por estímulos puntuales a la productividad para docentes, estudiantes e instituciones. Esto favoreció la libre competencia y fortaleció la autorregulación, pero no dejó muy claro el ideal de calidad que se persigue y puso de manifiesto una clara contraposición con el discurso educativo y pedagógico; los docentes perdieron el poder, el derecho y el deber de construir su propio proyecto educativo al estar el sistema educativo sujeto únicamente a las demandas del mercado y a las exigencias de la dominación ajenas a la realidad local y nacional.

En 2015, el Ministerio de Educación y FECODE llegaron a un acuerdo: definieron cómo cambiar la evaluación docente. Ya no se trataría, como ocurrió entre 2010 y 2014, de una prueba escrita elaborada por la Universidad Nacional de Colombia. La nueva evaluación, se esperaba, empezaría a medir las prácticas del aula, las competencias y las habilidades, para que los exámenes se convirtieran en herramientas formativas, que sirvieran para mejorar el desarrollo profesional de los docentes. Así fue como se estructuró la Evaluación con Carácter Diagnóstico Formativa (ECDF), una prueba voluntaria que tiene como finalidad el ascenso y la reubicación salarial, influida en parte por la experiencia chilena.

En este contexto, y pese a la parafernalia estatal en torno a la evaluación docente,  seguimos aplazando las medidas estructurales que se requieren. Principalmente, las relacionadas con cualificar la selección, formación y evaluación de los docentes, reestructurar el currículo, garantizar una educación inicial pertinente y consolidar el liderazgo y la reflexión pedagógica en las instituciones educativas.

Fuente principal: investigaciones y desafíos para la docencia del siglo XXI

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