Con la expedición del Decreto 1290 de 2009, el gobierno nacional otorgó la facultad a los establecimientos educativos para definir y modificar el sistema institucional de evaluación de los estudiantes, siendo ésta una tarea que exige estudio, reflexión, análisis, negociaciones y acuerdos entre toda la comunidad educativa, debido a que se constituye en un gran desafío para las instituciones Educativas.
Precisamente, el pasado viernes 2 de agosto, en el auditorio de la sede de bachillerato, nos reunimos docentes, padres de familia y estudiantes para conocer las modificaciones de que fue objeto nuestro Sistema Institucional de Evaluación y dar cuenta de cómo se desarrolló y cuáles fueron los resultados de este proceso. De la misma manera se hará con la comunidad de la Básica Primaria.
Crear, plantear, definir, modificar y adoptar un sistema institucional de evaluación, va más allá de establecer con cuántas áreas o asignaturas es promocionado el estudiante para el año siguiente o si es mejor calificar con letras, números o colores. La evaluación no es una tarea aislada del proceso formativo; por tanto, ella debe estar inserta y ser coherente (conceptual, pedagógica y didácticamente) con toda la propuesta educativa que ha definido determinada institución. Es decir, que debe ser coherente con su misión, propósitos, modelo o enfoque pedagógico. Tal actividad implica que en el momento de plantearse el sistema institucional de evaluación y promoción debe revisarse el P.E.I., no sólo por su incorporación en él, sino por la coherencia interna que debe existir entre el enfoque de enseñanza y el enfoque de evaluación.
Este ejercicio de modificación permitió llevar a cabo la discusión entre los diferentes integrantes de la comunidad educativa: estudiantes, educadores, padres de familia, para que ellos hicieran sus respectivos aportes. Luego de tal proceso, el consejo académico dentro de una dinámica democrática recogió las observaciones realizadas y elaboró el proyecto definitivo, el cual fue presentado ante el consejo directivo, quien lo refrendó y aprobó. Al final, el sistema institucional de evaluación fue incluido en el proyecto educativo institucional.
El rector estableció los mecanismos para darlo a conocer a través de la coordinación del equipo de calidad y el proyecto de democracia, de tal manera que fuese apropiado por los estudiantes y padres de familia. Todo el proceso de discusión, aprobación y socialización que surgió frente al sistema de evaluación y promoción de los estudiantes, quedó registrado en sus respectivas actas.
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