Anima el hecho de experimentar nuestra transformación y ser partícipe de los procesos para alcanzarla. Más allá del reconocimiento en torno a las conquistas y el alcance de nuestras metas nos compromete el proceso formativo de los estudiantes Federiquianos y el pleno y permanente desarrollo de nuestra institucionalidad para lograrlo efectivamente. Es una tarea compleja, que implica retos, procesos de mejoramiento continuo y un liderazgo pedagógico de quienes tienen la responsabilidad de administrar la I.E.F.A. y desarrollar su gestión educativa.
Es pertinente identificar algunos apoyos esenciales para el mejoramiento de este proceso formativo:
- Liderazgo escolar, en cuanto los directivos son los conductores principales del cambio.
- Establecer vínculos con los padres y la comunidad.
- Desarrollo de capacidades profesionales o del subsistema del recurso humano.
- Clima de aprendizaje centrado en el alumno, específicamente en cuanto a: orden y seguridad, presión por los resultados académicos y atención a los resultados, y aceptación de las normas institucionales por parte de los estudiantes.
- Orientación para la formación. Aborda dos ámbitos centrales: la organización del currículo y el progreso o adecuación de las metas de acuerdo con las demandas del contexto.
El ejercicio del liderazgo en educación puede ser considerado a diferentes niveles: los matices de su actuación pueden ser específicamente peculiares, desde el rol que puede jugar el responsable supremo de la educación en un determinado país, al que corresponde a un profesor responsable de un grupo de estudiantes e, incluso, a un estudiante que ejerza funciones de liderazgo con sus compañeros de toda la institución o del grupo al cual pertenece.
Dentro de una institución educativa, el liderazgo debe ser eminentemente pedagógico o educativo. Como consecuencia, aunque las peculiaridades generalmente aplicables a cualquier tipo de liderazgo puedan ser aplicables al que se ejerce dentro de una institución educativa, la principal preocupación del liderazgo educativo ha de ser la promoción de la potencialidad o competencias de todos los miembros de la institución o de aquellos sobre los que ejerce su actuación orientadas a lograr una educación de calidad, preferiblemente dentro de un enfoque de calidad total o integral.
Es fundamental producir nuevas formas de abordar la administración de la educación, en la cual se sigue advirtiendo una fuerte carga de improvisación y empirismo en todos los niveles, e igualmente, someter las actividades educativas a una investigación sistemática que permita evaluar permanentemente los resultados con el fin de proponer las formas deseables de alcanzar nuestras metas.
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