En el blog educativo para docentes “justifica tu respuesta” aparece publicada una interesante nota, la cual reproducimos aquí, en torno a los gestos que debemos evitar mientras nos comunicamos en clase con nuestros estudiantes. Se trata de ofrecer algunas recomendaciones a tener en cuenta cuando exponemos magistralmente un tema o hacemos una explicación sobre un objeto de conocimiento compartido con nuestros alumnos o hacemos algunas observaciones de rigor.
LA NOTA
Es importante cuidar el lenguaje no verbal cuando estamos frente a la clase. Aquí encontrarás algunos consejos tanto para docentes, como para todos aquellos que hablen en público.
Los buenos comunicadores orales saben que deben dar la misma importancia a lo que dicen y a la forma en que lo dicen. Además de aspectos como el volumen, la articulación, la entonación y el uso correcto de las pausas, hay que tener muy en cuenta todo aquello que se transmite con las expresiones faciales y el movimiento de las manos y el cuerpo. Es decir, el lenguaje no verbal.
Iefangel.org y “justifica tu respuesta” recomiendan a los profesores —y a todos los profesionales que hablan en público— evitar los siguientes ocho gestos cuando estén frente a su salón de clase. ¿Para qué? Para enseñar y comunicar mejor.
- No metas las manos en los bolsillos. Lo que transmites a tu audiencia es una sensación de inseguridad.
- No cruces los brazos. Este gesto transmite una impresión de superioridad o de estar a la defensiva. Procura nunca cruzar los brazos durante una sesión de preguntas, porque puede ser interpretado como un signo de miedo, inseguridad o incomodidad.
- No entrelaces las manos ni delante ni detrás del cuerpo. Cuando cruzas alguna parte de tu cuerpo, siempre genera una cierta sensación de angustia o inseguridad. También se considera como un signo de repliegue o de protección de tu intimidad. Además pierdes la libertad de moverte libremente.
- No agarres la mesa con las dos manos durante un período prolongado de tiempo. Esto transmite la sensación de estar aferrado a algo, es decir, la sensación de inseguridad. Lo mejor es ponerlas sobre la mesa, pero sin tenerla agarrada.
- No juegues con lo que tengas en la mano: la pluma, el lápiz, el gis del pizarrón, por ejemplo. Si lo haces, transmites a tu audiencia un marcado nerviosismo y además desvías la atención de tu público. Lo más recomendable es que, siempre que puedas, tengas las manos libres para que refuercen tu mensaje verbal.
- No te pases la mano por delante de la boca para hablar. Esto también comunica inseguridad e incluso puede interpretarse como una falta de convicción en tu discurso.
- Nunca señales a tu audiencia con el dedo índice. Se puede percibir como un gesto amenazante. Si quieres señalar a los asistentes es mejor hacerlo con la palma de la mano extendida y mirando hacia arriba. Este gesto será visto por tu público como un signo de apertura amistosa.
- No mantengas los brazos pegados al cuerpo con las manos blandas. Esta postura transmite falta de convicción, poca energía y falta de autoestima. Mejor separa los codos de los costados y los brazos de tu cuerpo porque así tu audiencia captará una mayor energía y un deseo intenso de comunicar.
Fuente Principal: Justifica tu respuesta
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