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Anderson Montoya, estudiante federiquiano del año 2019

MONTOYA MONSALVE ANDERSON fue reconocido el estudiante Federiquiano del año 2019, siendo contralor estudiantil y habiendo obtenido el mayor puntaje en la prueba ICFES, además, siempre se destacó por su alto sentido de pertenencia y sus calidades académicas.  Ser un buen estudiante no es tarea fácil,   nadie puede darse el lujo de «hacer las cosas, como hay que hacerlas» cuando se nos brinda la oportunidad de excedernos, de superar las expectativas acerca de nuestras potencialidades.

Anderson, quien desarrolló todo su proceso formativo en la IEFA, asumió el aprendizaje como un agente transformador de su realidad y de su entorno. Siempre consideró lo que aprendió como una herramienta que, seguramente, le servirá para la vida y se convertirá en una fuente generadora de inquietudes y preguntas que le van a permitir participar en cambios de su realidad y la de su entorno. En la actualidad hace parte del grupo de estudiantes colombianos en el programa Generación E del MEN.

En este contexto y en la concepción Federiquiana, la escuela es una institución social que tiene la responsabilidad de repensarse para cumplir con las exigencias de los nuevos contextos educativos; los maestros se convierten en mediadores del conocimiento científico y en agentes conciliadores de las diferencias de criterio y pensamiento. Líderes que facilitan la comunicación y el intercambio bidireccional (estudiante – estudiante, maestro – estudiante), la gestación de relaciones lineales y constructivas en medio de la riqueza cultural y tecnológica que inevitablemente ha invadido los espacios de socialización del individuo que constituyen un mundo diversificado.

Todos los seres humanos sabemos e ignoramos algo, de ahí la creciente inquietud por develar aquello que no conocemos, la búsqueda de respuestas o explicaciones que nos permitan comprender el mundo. La escuela y sus procesos de socialización, adaptación al medio y saberes, permea la vida de la persona e intenta vislumbrar el camino hacia la formación de un individuo que emplea sus capacidades perceptivas y habilidades cognoscitivas para transformar su entorno.

Esta reflexión patentiza la importancia de los agentes que participan del acto educativo:

  • El estudiante como centro y constructor del aprendizaje.
  • El maestro como acompañante y guía de procesos pedagógicos, didácticos y de conocimiento.
  • El contexto o ambiente escolar que posibilita las relaciones de complementariedad entre maestro y estudiante.
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