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Un retrato desde la pandemia: La otra cara de Colombia

Estas cuarentenas de COVID como decimos …mejor dicho…. A veces nos podemos sentir como pagando casa por cárcel.  Aunque refiriéndome a mí mismo, no digo que soy una “criatura” del todo inocente, de todas formas, esta pandemia que tiene que ver con la sociedad, me hace pensar que todos de alguna forma estamos en deuda con la sociedad en que vivimos y le hemos fallado, así sea en cosas mínimas del día a día. Como en la actualidad, que se llega al caso de que no usamos el tapabocas de forma estricta.

Se esperaría que escribiera un artículo sobre ésta pandemia, preferiría dejarla para un futuro no muy lejano, esperando que surjan conceptos de expertos y análisis de peso desde instancias acreditadas. Para compartir y comentar ideas sobre el tema de forma más segura y no escribir idioteces, como esa de la conspiración de la China con las señales de 5-G. Nos sentimos “jaqueados” en medio de una crisis de dimensiones mundiales que agrava aún más la incierta economía de muchas personas y las sociedades de muchos países. En medio de éste reto individual y social, entonces pensamos con que cuento, ¿Con que contamos?  En principio debemos hacer uso de nuestro ingenio para ver como atendemos el tiempo y en la medida de lo posible nuestras responsabilidades,

Esta pandemia me hace pensar en las potencialidades de la sociedad colombiana para afrontar y superar tiempos difíciles y adversidades. Quisiera de nuevo hacer alusión a los colombianos que han construido a la sociedad o construyen esta sociedad. Sobre la Colombia emocionante, de acción y sentimientos. No sobre la sociedad colombiana aburrida que se rige por esa frase tediosa que afirma que el dinero lo es todo. Si miramos la realidad que estamos padeciendo desde una mirada de la Fe y los signos de los tiempos en éste el país consagrado al Sagrado Corazón de Jesús, y no lo digo como burla. Podríamos hacer una serie de abstracciones. Pero dejando a un lado algo tan personal como nuestras creencias y religión, hay un interrogante que nos confronta a todos ¿Qué nos quiere decir la vida con ésta pandemia?

Si en la actualidad a la sociedad colombiana se le presenta la exigencia de emplear a fondo sus cualidades y valores para superar ésta crisis, puede ser pertinente el considerar la Historia, su historia. La Historia tiene utilidad, así hallan escépticos que la menosprecien. La Historia nos permite apreciar las cualidades y los retos de los seres humanos; si no nos dejamos encerrar por interpretaciones viciadas y clasistas; si la consideramos en un sentido crítico y abierto para verla desde distintos puntos de vista. La historia de Colombia es un horizonte a considerar demasiado extenso, en el que se puede caer en la demagogia.  En este caso, solo se puede “abrir el tema” o hacer una introducción. Pero en éste intento siento que debo establecer “ventanas” que refresquen una visión histórica de la sociedad colombiana para llegar a tratar elementos cruciales.

Hay diversos extremos cuando se trata la historia de Colombia. Desde tratar la historia de Colombia que se condiciona y se agota en la valoración de Bolívar y Santander. También está el extremo de los que ven la historia subordinada a la política, política supuestamente, con un alto nivel de funcionalidad, pragmatismo o positivismo. Igualmente, ésta el extremo de los negativistas de izquierda y su continua “criticonería” (son criticones), en base a la interpretación marxista, que limitan la historia a una “lucha de clases”. Pero sabemos de acuerdo al ejemplo que se constituye Venezuela y otros indicios que en la práctica el marxismo o comunismo no consigue soluciones satisfactorias. También están los que limitan la historia de Colombia al narcotráfico y los narcotraficantes. De otro lado están los apáticos que quieren pasarse por alto a la historia e ignorarla, lo que sería ignorar las realidades de la condición humana.

Los acontecimientos históricos son respuestas a realidades sociales que se deben observar en la dimensión que les corresponden. Es por ello que debemos considerar que es un Estado y una nación, un Estado-Nación, no me atrevo a decir que es una estructura absoluta e infalible. Recordemos que la nación; se refiere a una población y una cultura que interactúan en un territorio y el Estado, es la organización política o sea el gobierno y sus instituciones. Sea como sea, así perezca en ciertas ocasiones que la nación o población y el Estado van en diferente dirección, tienen que tener una unión, y en lo posible una integración. Consideremos lo complejo que es su existencia y construcción y lo complejo que es contradecir el establecimiento Estado-nación. En ésta indagación sobre la sociedad colombiana partamos de una forma clásica de considerar nuestra historia. Partamos de Bolívar para iniciar nuestro indagar humanista en la historia de nuestra sociedad. Aunque podríamos partir de otros personajes y momentos históricos y hasta otras culturas como las culturas indígenas.

Haber…Bolívar…yo como estudiante de historia me atrevo a evaluar sus aportes a nuestra historia, su aporte para superar una etapa histórica que ésta nación requería. También quiero señalar sus “puntos débiles” u objeciones que le podrían hacer, entre ellos las mujeres. ¡¿Quién podría tener cabeza para manejar un Estado o enfrentar un Estado si no tienes moderación con…las mujeres?! El hecho de que bolívar halla “amado” a muchas mujeres, no es una cualidad, es un defecto de Bolívar, y es un mal precedente y hasta mal ejemplo para nuestra sociedad. Otra objeción: Bolívar no actuó únicamente por iniciativa propia, fue impulsado o ayudado por la MASONERÍA, una secta esotérica secreta de alcance mundial, la cual era una costumbre o vicio en algunos sectores de la burguesía, y en América la burguesía criolla era simpatizante de esta secta y estaba muy relacionada con ésta. Llegado el caso, la MASONERÍA actuaba como una mafia política, que promovía ideales revolucionarios como los de la Revolución Francesa.

Se dice que la mayoría de próceres de la independencia americana por no decir todos, estaban vinculados o por lo menos relacionados con la MASONERÍA. Es aquí donde quiero resaltar una cualidad o una novedad en la historia de Colombia con respecto a la del resto de América. Bolívar después de conseguir la independencia se reveló contra la MASONERÍA. Esto es un hecho histórico reconocido. Hasta donde yo sé, fue el único de los próceres o libertadores de América que tuvo el valor de desprenderse de ésta secta secreta, la cual encerraba o encierra, porque existe todavía, quien sabe que intereses o propósitos.

Para mi éste es un ejemplo de carácter, de iniciativa propia, de capacidad de decisión. Estas cualidades se reflejan en otro personaje histórico que yo quiero destacar: Rafael Núñez. Este presidente fue determinante en un período y movimiento político de nuestra historia conocido como REGENERACIÓN. Este movimiento promovió la Constitución de 1.886 que fue la Constitución Política que realmente organizo al país y le dio estabilidad. Ósea que nuestro país solo logró obtener un ordenamiento como nación-Estado digamos aceptable o con “un nivel de decencia” 67 años después de la independencia. Después de la independencia (1819) y la separación de la Gran Colombia (1830) el país no encontraba un rumbo y menos, el esperado desarrollo y bienestar. Después de mediados del siglo XIX, por allá en 1963 se pretendió generar el desarrollo del país estableciendo una Constitución Política de carácter federalista.

Se dividió al país en Estados o grandes territorios con autonomía. Este era el sistema de gobierno de los Estados Unidos. Se quiso seguir éste esquema y les recuerdo o les informo que el país que habitamos, desde de la Constitución de 1863 hasta la Constitución de 1886 se llamó: ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA (hoy se llama República de Colombia). Nuestro país se dividió en nueve (9) Estados: Antioquia, Cundinamarca, Tolima, Bolívar, Magdalena, Cauca, Boyacá, Santander, Panamá. Este ordenamiento federalista, el cual pretendió seguir el ejemplo de los Estados Unidos, fue promovido por el partido liberal y fue un fracaso. Se incrementó la división del país en todos los aspectos. La economía terminó en la decadencia. Fue un estancamiento de más de dos décadas que solo se pudo superar gracias al liderazgo de Rafael Núñez.

La reorganización de nuestro país, gracias a la Constitución Política de 1886 fue favorecida por el cultivo del café. Cultivo que había crecido espontáneamente en los campos colombianos desde la independencia. Ya para 1886, el cultivo del café había aumentado considerablemente y por su calidad había ganado reconocimiento y espacio en el mercado internacional. Entonces nuestro país “arranco”. Pero para el año 1900 nuestro país se vio inmerso en una guerra civil entre los partidos Liberal y Conservador: La Guerra de los Mil Días (1899-1902). En ese entonces, nuestros bisabuelos eran apasionados o por el partido liberal o por el partido conservador, por lo que fue una guerra que se extendió en buena parte de la nación y fue muy sangrienta, perecieron más de 100.000 personas. Una cifra muy alta teniendo en cuenta que para ese entonces había 5 millones de habitantes. Los Estados Unidos aprovecharon el debilitamiento de éste país y promovieron la separación de Panamá. Entonces para colmo de males nuestro país perdió el mejor de sus territorios: Panamá

Es aquí cuando quiero destacar a otro personaje histórico que tuvo que ver mucho en la promoción de la sociedad colombiana: Rafael Reyes. En esta situación de desolación y tristeza en la que se encontraba la sociedad colombiana, este presidente -perteneciente al partido que supuestamente había ganado la guerra- el partido conservador- con su carácter y constancia propició la recuperación del país. Una de sus acciones fue el estimular a la industria. Gracias a sus políticas la industria colombina logra surgir. Prácticamente fue el momento del surgimiento de la industria colombiana.

Luego en la década del 30(1930-1940) el partido liberal, le da un aire de esperanza al pueblo colombiano con presidentes como Enrique Olaya Herrera y Alfonso López Pumarejo, los cuales realizaron un esfuerzo para la modernización del país, que ha sido reconocido por muchos historiadores. Y aunque no lo consiguieron, si lograron el estimular aún más a la industria. En la década del 30 la industria colombiana llega a crecer a un 10% anual (hoy si mucho crece alrededor de un 3%), ósea la industria y el empleo en la década que nos referimos se afianzaron. Además, se reconocieron los derechos de los trabajadores, en especial de la clase obrera (los obreros de las fábricas).

Los japoneses dicen que los problemas son en el fondo señales de la vida para actuar y oportunidades. Esto se ve reflejado en estos líderes de la alta política colombiana que hemos mencionado. Ellos son un referente en la historia de Colombia. Pero también nos llevan a considerar que los colombianos en vez de dejarnos agobiar por los problemas, podemos responder a ellos de acuerdo a lo que éstos requieren y hasta aprovecharlos para impulsarnos. Entonces podemos ver que nuestra historia puede superar el vicio de verla limitada a Bolívar y Santander o de considerar que todo a sido negativo y que es tan monótona la historia en relación con la política en nuestro país, que no amerita el detenerse a observarla y analizarla. Por el contrario, nuestra historia se debe tener en cuenta. De hecho, otros líderes históricos como Jorge Eliecer Gaitán y Gustavo Rojas Pinilla, efectuaron conjuntamente con el pueblo una confrontación de la política en Colombia. Cuestionaron el bipartidismo que había predominado en el país. Criticaron el activismo liberal -conservador que se convertía en politiquería, terminaba favoreciendo a las oligarquías y degeneraba en violencia entre el pueblo.

Desde un poco antes de la década del 30(1930-40) comienza a destacarse el líder liberal Jorge Eliecer Gaitán, con una retórica contundente que buscaba revindicar a los anhelos de desarrollo y bienestar del pueblo colombiano. Aspectos que la política de éste país no había atendido, ni solucionado para muchos colombianos. Los discursos apasionados y sinceros de Gaitán hacían congregar multitudes, sus alocuciones de radio estremecían. Los resultados de su proyecto político para Colombia, si es bien conocido por muchas personas: fue asesinado en abril de 1948. Los anhelos y esperanzas del pueblo colombiano se vieron truncados con las consecuencias nefastas que conocemos;” El Bogotazo” y de ahí para adelante más repercusiones hasta nuestros días. De Gaitán podemos destacar la sinceridad que podemos tener los colombianos, el encarar las realidades sociales, la empatía con las comunidades, la necesidad de hacer corresponder a la nación con el Estado.

El General Rojas Pinilla es otro de los líderes políticos controvertidos en la historia de Colombia. Rojas Pinilla hace un interesante contraste en el acontecer político del siglo XX en nuestro país. Llega al poder mediante un golpe de estado facilitado por los partidos políticos y la iglesia en 1953 para contrarrestar la violencia y el caos en que continuaba el país a causa del asesinato de Gaitán. Gobernó al país hasta 1.957. Rompe la monotonía y el esquema político predominante; se separó del bipartidismo y fundo un partido político denominado “Tercera Fuerza”. Se conoce por ser el mandatario que inicio la televisión en el país (1954). Tuvo un estilo dinámico para gobernar que hizo su mandato muy productivo en todos los ámbitos del país, algo que habría que examinar y contrastar con más detenimiento. Aunque el pueblo reconoció sus logros, el mismo pueblo se dejó arrastrar por la conspiración bipartidista que fomentó un paro nacional que consiguió destituirlo.

El bipartidismo (liberal y conservador) continuó en el poder, el pueblo con amargura se dio cuenta de su error y de alguna forma recordaba con nostalgia a Rojas Pinilla. Pero Rojas Pinilla a pesar de la presión se mantuvo preparando ”el contraataque”, fundó un partido político denominado Alianza Nacional Popular(ANAPO). Se presentó a elecciones de 1.970 en competencia con el candidato conservador Misael Pastrana Borrero. El presidente de Colombia en estos años era Carlos Lleras Restrepo (el del billete de 100 mil pesos). El resultado de éstas elecciones fue incierto. Según informes creíbles, Rojas Pinilla obtuvo la mayoría de votos. Pero el bipartidismo no podía permitir que alguien distinto a ellos obtuviera el poder; efectuaron fraude. Un hecho histórico y político del que se comenta muy poco.

A causa de éste fraude electoral que fue prácticamente evidente para el pueblo colombiano surge el movimiento de resistencia armada o guerrilla denominado: 19 de ABRIL. Se denominó así, en memoria de ese día en que se efectuó el fraude de esas elecciones presidenciales. Pero éste movimiento traicionó a Rojas Pinilla, porque esta guerrilla se afilió a ideales y propósitos marxistas o comunistas y estableció conexión con el régimen de Fidel Castro en Cuba. En contraposición Rojas Pinilla no era simpatizante del comunismo, incluso se llegó a auto definir como anti-comunista. Rojas Pinilla muere en 1975.

Después de Rojas Pinilla abrieron “una Caja de Pandora” en Colombia de guerrilla, narcotráfico, corrupción y más tarde se añadió los paramilitares. En éste escrito podría hacer comentarios sobre los siguientes 45 años hasta la actualidad de la política y la historia del país. Pero eso sería extenderse demasiado. Desearía mejor con este escrito poner en consideración otra forma de ver el acontecer histórico-político de nuestro país y esas cualidades que ha mostrado la historia sobre la sociedad colombiana y la forma en que ha enfrentado su destino. Si he creado inquietud y curiosidad, este escrito, además de ser un pasatiempo, puede ser de alguna… utilidad o efecto humanista. Es más, el que quiera puede consultar al respecto y hacer críticas ligeras o rigurosas, pero respetuosas.

Si alguien me preguntara: ¿A qué líder o Líderes de la Historia de Colombia, desde 1975 destacarías?  Yo respondería: Tendría que analizarlo; en todo caso, Álvaro Uribe no estaría en ésta descripción o enumeración. De pronto pensaría en individuos valientes como Luis Carlos Galán y otros. En éstos momentos tampoco creo pertinente especular sobre las agrupaciones armadas, la corrupción, los falsos positivos de las fuerzas militares, el narcotráfico y los cultivos de coca…etc. Aunque sean una realidad que no se pueda desconocer.

En éstos momentos deseo mejor, que mi pensamiento se despliegue al lado contrario, además de tener presente a esos líderes de la alta política en la historia de Colombia; deseo pensar en los buenos alcaldes que han cumplido su programa de gobierno y otros políticos que pasan desapercibidos por tanta corrupción. Deseo pensar en los militares que siguiendo el honor se negaron a efectuar falsos positivos. Quiero pensar en los campesinos que, en medio de las dificultades de la pandemia, producen los alimentos que llegan a nuestra mesa. Deseo pensar en tantos colegas que con sus ejemplos motivan. Deseo pensar en los médicos y enfermeras que están batallando en éstos momentos contra el COVID.

Por esos paisanos, por esos colombianos y otros quisiera levantar una copa de cristal llena de cerveza o vino, no de aguardiente porque me emborracho y decir ¡SALUD!

¿Y que ésta pandemia es triste y catastrófica con tantos fallecidos que ésta produciendo?

En mi opinión son más tristes y más nefastas las diferentes formas de violencia y sus consecuencias.

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