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Otra vez el magisterio a Parar, ¿Habrá de otra?

La historia reconoce la suspensión colectiva de los maestros como una forma de reclamar, defender y reivindicar sus derechos. Los paros o huelgas han sido interminables y la tendencia de los gobiernos de turno es considerarlas como poco validas para alcanzar propósitos reivindicadores de los derechos de los maestros.

Es increíble como este tipo de eventos hacen carrera como la única fórmula de promover transformaciones y recordar a los funcionarios de turno que los maestros hacemos parte de su propio mundo y que somos respetables como trabajadores de la educación, pareciera no existir otra manera de lograr el entendimiento y lo racional en torno a los derechos de cualquier trabajador. Forzamos otra vía ante la imposibilidad de dialogar civilizadamente y establecer  acuerdos a través de la negociación consensuada con quienes se asumen como dueños de este país.

Es importante acotar que estos movimientos están amparados en nuestra constitución como un derecho  fundamental de los trabajadores, constitutivo de la libertad sindical; sin embargo los gobiernos transitorios siempre resisten estas formas de llamar la atención sobre sus atropellos e injustificadas maniobras en perjuicio de los trabajadores.

La Federación Colombiana de Educadores acordó un paro total con cesación completa de actividades docentes y educativas para el 30 de mayo, entre muchas razones, la primordial es la exigencia al gobierno de la derogatoria de la Directiva Ministerial 02, que ha causado una crisis muy grande en la educación nacional; porque crea un sistema carcelario y alarga la jornada de los docentes y de los estudiantes, como si  fuera poco, el actual secretario de educación de Antioquia, en un inusitado protagonismo politiquero extiende la crisis a través de la circular 060 que ha generado enormes dificultades al interior de las instituciones educativas del departamento malogrando la convivencia saludable.

La movilización busca rechazar categóricamente esta circular 002 que busca responsabilizar al maestro de cualquier dificultad que se presente con los estudiantes o en el proceso de la enseñanza en la calidad, dándoles todas las facultades a los rectores para que hagan y deshagan con los maestros. El recorte de la media hora de descanso. El gobierno quiere que todo mundo produzca, pero a estas alturas no se sabe cuánto vamos a ganar en este año. No sabemos cuál es el aumento salarial cuando mayo está terminando. El paro también busca, entre otros, el  reconocimiento y pago de todos los factores salariales en la liquidación de las pensiones de los educadores,  la expedición del Decreto sobre permisos sindicales, la expedición del decreto que viabilice el traslado de cesantías al Fondo Nacional del Ahorro sin que ello implique desmedro del Régimen de Cesantías, ni desafiliación al Fondo Nacional de Prestaciones Sociales y la revisión salarial de los Etno-educadores.

La junta nacional de FECODE exigió a la Ministra de Educación, María Fernanda Campo, restablecer el diálogo con la comisión negociadora del gremio sindical para encontrar solución al conflicto laboral que ha desencadenado la actitud del Gobierno Nacional. “Si ello no fuere posible, por consenso, se acordó seguir en la preparación y consolidación de condiciones para adelantar acciones más contundentes y prolongadas en el transcurso de este año, incluso un paro nacional indefinido”, dijeron voceros.

El Comité Ejecutivo de FECODE dirigirá a la Ministra de Educación una carta contentiva de las exigencias del magisterio colombiano para que se adelante audiencia y se busque solución a las peticiones; así también hizo un llamado unitario a todo el magisterio de Colombia a participar entusiastamente en esta acción de lucha en los municipios de Colombia, donde previamente se convocarán y realizarán asambleas de maestros para fortalecer el Paro Nacional del 30 de mayo.

Los directivos de la Federación Colombiana de Educadores ratificaron “su compromiso con la defensa de la educación pública, por ello, es necesario actuar ya para detener la crisis del sector educativo, causada por las políticas arbitrarias de los últimos gobiernos, antes de que la educación deje de ser un derecho al que puedan acceder todos nuestros niños, niñas y jóvenes”

 

 

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