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Claves para ser un(a) buen (a) maestro (a)

La función de la Educación no es sólo instruir o transmitir unos conocimientos, sino integrar en una cultura que tiene distintas dimensiones: una lengua, unas tradiciones, unas creencias, unas actitudes, unas formas de vida. Educar es, así, formar el carácter, en el sentido más extenso y total del término: formar el carácter para que se cumpla un proceso de socialización imprescindible, y formarlo para promover un mundo más civilizado, crítico con los defectos del presente y comprometido con el proceso moral de las estructuras y actitudes sociales.

A eso, a la formación del carácter, es a lo que los griegos llamaban «ética». Valores éticos son los valores «sencillamente humanos», de eso se trata, de recuperar el valor de la humanidad. ¿Le corresponde a la escuela más que a la familia la enseñanza de la ética? No hay maestros especialistas en ética. La educación en unos valores éticos es tarea de todos los que actúan sobre los educandos. La sociedad somos todos y de todos es la responsabilidad de mejorarla, mejorando los comportamientos de sus miembros. Todos deben actuar al unísono, pero los espacios más propios de la educación son la familia y la escuela.

La escuela es un lugar donde se hace algo más que dar clase. Los alumnos aprenden comportamientos civilizados, según sean los criterios que los guían. Es inevitable que aprobemos unas conductas y desaprobemos otras.

El gesto, la voz, la mirada, demuestran claramente lo que pensamos o sentimos, más que mil palabras. Los niños registran esa reacción favorable o desfavorable a su conducta, asumamos esa conducta y transmitamos a nuestros hijos y alumnos aquellos aspectos de nuestro mundo que quisiéramos conservar. Para ello, son esenciales los buenos maestros y maestras, los buenos educadores.

DIEZ CARACTERÍSTICAS DE LOS BUENOS EDUCADORES.

Entre otras, en este decálogo verán las 10 características principales de los buenos profesores y las buenas profesoras según Justin Tarte, en su blog (en inglés) Life on a Educator. Seguro que se nos ocurren más formas de ser buen/a docente.

 Los/as grandes docentes…

10 – Escogen y eligen sus batallas: lo que es realmente importante y una prioridad, o lo que no lo es

9 – Rara vez se quedan detrás de su mesa, y rara vez se sientan. Saben que el verdadero trabajo se hace «en las trincheras», y por eso recorre el aula

8 – No tienen miedo de pedir disculpas y admitir sus errores: saben lo importante que es correr riesgos en el aula y que la toma de decisiones sobre las cosas nuevas, las innovaciones, que aporten al aula es una gran responsabilidad

7 – Son reflexivos/as y se toman su trabajo como algo personal: cuando las cosas no salen según sus previsiones, se toman su tiempo para reflexionar y considerar formas alternativas… para la próxima.

6- Son excelentes conversadores/as. Pueden conseguir un aula llena de estudiantes debatiendo, con facilidad: son maestros y maestras de las preguntas y planteamientos que llevan al alumnado a un nivel superior de reflexión

5 – Pueden justificar y explicar sus decisiones a sus colegas, a las familias y a los alumnos y alumnas. Nunca hacen las cosas solamente porque «siempre se han hecho así»

4 – No se preocupan por lo «bien» que hacen las cosas, por lo «duro que trabajan»… sino por la calidad del aprendizaje de sus estudiantes y por cómo les han ayudado a crecer. Son capaces de cambiar el enfoque y mantener la atención de sus alumnos y alumnas, mostrando empatía

3 – Esperan y exigen mucho a sus colegas: quieren ser parte de algo más grande que ellas y ellos mismos. Creen, firmemente, que a través de la colaboración podemos lograr algo más.

2 – Siempre están buscando maneras de mejorar su práctica docente y perfeccionar las competencias profesionales; no están impresionados/as la nueva y resplandeciente herramienta, sino en la herramienta que realmente mejora el aprendizaje del alumno o la alumna y su éxito personal, académico y/o profesional

1 – Valoran, sobre todo lo demás, las relaciones con su alumnado: cuando los y las estudiantes lo necesiten, estará allí para aconsejarles y ayudarles hasta que no quede ningún otro recurso

Fuentes.

Victoria Camps Cervera – 1994

Proyecto escuela 2.0

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