Nunca estuvo dentro del presupuesto o estimativos de matrícula de la IEFA, la incorporación de cientos de niños y jóvenes venezolanos como consecuencia de la migración desde ese país, a raíz de la crisis humanitaria de Venezuela y por sus necesidades de supervivencia, que los han obligado a encontrar alternativas de vida.
Colombia y en particular nuestro departamento, atraviesan una compleja situación frente a la presencia de migrantes venezolanos. Al ser un país fronterizo, Colombia ofrece opciones momentáneas para suplir sus carencias inmediatas. Asimismo, expone disyuntivas de estabilidad a largo plazo, que su país no ofrece actualmente.
En este contexto, los flujos migratorios imponen desafíos en términos de las políticas públicas e institucionales para la atención de las necesidades educativas de los jóvenes migrantes que aspiran a ingresar y permanecer en instituciones de educación básica, media y superior.
Hay que tener en cuenta que, en Colombia, uno de los departamentos que más venezolanos ha recibido es Antioquia, cuyas dinámicas acogen a esta población para sobrevivir. El Valle de Aburrá aloja el porcentaje más alto de venezolanos que buscan emplearse y acceder a servicios básicos, entre los cuales sobresale la educación, situación que por supuesto atañe al municipio de Caldas y sus instituciones educativas.
Según cifras de la secretaría administrativa de nuestra institución, durante el año 2019 se recibieron 42 migrantes, cuyos padres o familiares tenían visa o permiso de residentes, de los cuales, en su gran mayoría, decidieron escoger como ciudad de alojamiento a Caldas y sus alrededores. En cuanto a enero-agosto de 2021, las cifras señalan que la IEFA lleva matriculados 87, lo cual muestra una tendencia al incremento de las cifras.
La IEFA, en su propósito misional de transformar vidas, siendo este un aspecto esencial de su proyecto educativo, entiende que la migración de venezolanos a nuestro territorio es una situación de vulnerabilidad e inseguridad humana, que ha sido objeto de un análisis exhaustivo por parte del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y que ha expresado la importancia de diseñar estrategias para proteger los Derechos Humanos de los niños, niñas y adolescentes migrantes, especialmente en cuanto a políticas públicas básicas, de prevención, de protección y de promoción.
Para muchos niños, ingresar a las instituciones educativas antioqueñas les da la posibilidad de contar lo que sienten tras haber dejado su país. A eso se suman algunos testimonios que reflejan expresiones de rechazo que sufren los migrantes y que empeoran su situación y dificultan su incorporación en Colombia, por fortuna no es el caso en la IEFA, en donde la experiencia ha sido gratamente diferente, y según lo manifiestan los mismos estudiantes venezolanos, es como sentirse en casa.
Estos niños y jóvenes venezolanos, matriculados en la IEFA, han necesitado, no solo atención escolar. Debido a las experiencias que han vivido, ellos y sus familias han requerido acompañamiento de nuestro servicio de orientación psicológica y apoyo pedagógico. En este sentido, hemos considerado de suma importancia prestar atención a la salud mental, de los estudiantes que llegan a nuestra institución, además de contribuir con adaptaciones curriculares a su proceso formativo.
Una de las estrategias en las cuales trabajo el Ministerio de Educación con Migración Colombia, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Presidencia de la República es en lograr la regularización de los estudiantes venezolanos que se encuentran matriculados en el sistema y no poseen un documento que les otorgue un estatus regular en el país a través del PEP-E ( Permiso Especial de Permanencia para el sector educación)
Documentos para MIGRANTES : Permiso Especial de Permanencia
Hacia una Educación intercultural
Colombia se define como un Estado pluriétnico y multicultural cuya Constitución Política reconoce los derechos colectivos de los pueblos y sus comunidades y justo ahora, con el fenómeno migratorio venezolano cobra total vigencia el asumir a los hermanos de Venezuela como parte de nuestra diversidad, de hecho, podríamos considerarlo, parte del pueblo llanero, con sus costumbres y modos de vida semejantes.
Desde este punto de vista entiéndase la educación intercultural como la educación de todos para convivir dentro de una sociedad multicultural como la colombiana. Este concepto ha sido elaborado sobre ideales filosóficos de libertad, justicia, igualdad y dignidad humana que deben estar contenidos en los PEI que orientan la institucionalidad de las instituciones educativas, teniendo en cuenta, dentro de la gestión académica, los aspectos relativos al currículo.
Este proceso debe comprometerse en ayudar a todos los alumnos a desarrollar auto conceptos positivos y a descubrir quiénes son en tanto sí mismos y en términos de los diferentes miembros de la comunidad educativa, ofreciendo conocimiento sobre la historia, la cultura y las contribuciones de los diversos grupos de estudiantes venezolanos a través del estudio de las diferencias en el desarrollo, la historia, la política y la cultura que los identifican.
Los grupos minoritarios de estudiantes venezolanos en la IEFA, necesitan adquirir los medios técnicos propios de la comunicación y negociación (giros lingüísticos, medios de difusión, asociación, reivindicaciones ante instancias de gobierno, manifestaciones públicas, participación en foros políticos, en eventos culturales escolares) para poder afirmarse como grupos culturales y resistentes a la asimilación.
Por su parte, la educación intercultural se propone conseguir en todos los alumnos de nuestra institución, a través de cualquier área y ámbito curricular, una sólida competencia cultural, es decir, toda una serie de actitudes y habilidades que les orienten para saber estar, convivir y responder adecuadamente en una sociedad diversa, plural y democrática.
Fuentes:
Congreso de Colombia, COMISIÓN SEGUNDA CONSTITUCIONAL PERMANENTE
www. revistaius.com
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