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Fase municipal de los juegos Intercolegiados

Se desarrolló la etapa municipal de los juegos Intercolegiados 2023 entre la segunda y tercera semana de julio para los deportes de conjunto. Estas justas se caracterizaron por la improvisación y el desgaste de niños y adolescentes, quienes como estudiantes de las diferentes instituciones de nuestro municipio estuvieron compitiendo en su representación.

En este sentido, es pertinente anotar que, los responsables de la organización de los juegos, INDEPORTES y el capítulo local INDERCA deben evitar el desorden y el excesivo calendario, el cual rayó en el abuso, ya que los deportistas tuvieron que doblarse (jugar 2 partidos en un día) cuatro o cinco partidos en tres días, situación que es demoledora para estos muchachos. Lo más sorprendente es que iniciaron las competencias sin haber agotado la etapa formal de inscripciones.

Los clasificados por la IEFA, al zonal metropolitano a desarrollarse en el municipio de bello, fueron: futsal masculino A, voleibol femenino A y voleibol masculino B. Faltan los deportes individuales, cuyas eliminatorias se harán en la semana del 24 al 28 de Julio.

Destacamos la entrega y la excelente conducción de nuestros profes del área de educación física recreación y deporte para que nuestros deportistas asumieran el mejor desempeño en esta fase: Rolando Álvarez, Víctor Henao y Víctor Saldarriaga. Nos vemos en el municipio de Bello, felicitaciones.

Organización de la fase regional Valle de Aburrá

La actividad deportiva Intercolegial

Los juegos Intercolegiados se proponen como una estrategia de formación integral y su reglamento se orienta a la participación, la unión, la convivencia ciudadana y el fortalecimiento de valores. Pese a ello, las prácticas de los juegos Intercolegiados están regidas por la competencia y centradas en una dinámica del triunfo o derrota. Estas justas ahora son una política de Estado con la sanción de la Ley 2236 de 2022, que garantiza la destinación y ejecución de los recursos, para que los niños, niñas y jóvenes, escolarizados y con discapacidad, entre los 7 y 17 años puedan participar y practicar deporte.

Los juegos se desarrollan en diferentes niveles: intercursos, Intercolegiados, departamentales y nacionales; se encuentran regulados por normas y reglamentos desde el Ministerio del deporte. Éstas buscan potenciar, además de las dimensiones motrices propias del deporte, el respeto, la tolerancia, la autonomía y la participación, aspectos centrales para una sana convivencia ciudadana

Se asume que las realidades sociales de los juegos Intercolegiados se definen desde una dinámica de tal complejidad que conjugan en sí mismos discursos, acciones y representaciones sociales que se constituyen en el marco de unos imaginarios sociales que mueven a las comunidades participantes.

El Ganar y el perder

El ganar y el perder se ha ido definiendo en los imaginarios de los competidores, entrenadores y jueces desde dos perspectivas fundamentales: la mayoritaria apostada en la hegemonía del deporte competitivo donde ganar se convierte en el único fin y perder se asume como derrota y fracaso; la otra perspectiva, la menos practicada pero la más deseada, se define desde una perspectiva transhumana en donde tanto el ganar como el perder son posibilidades de reflexión, crecimiento y reconocimiento.

Pese a que en las leyes y en los reglamentos de los juegos Intercolegiados es importante la perspectiva transhumana, la gran mayoría de las prácticas y los discursos en los juegos se orientan hacia la lógica hegemónica que marca incluso las formas de medir el resultado de los juegos: las medallas.

Efectivamente, para la comunidad y los directivos en general, la única forma de medir el comportamiento de su región se da en la cantidad de medallas obtenidas y, en otros casos, a la cantidad de deportistas movilizados. Lo anterior porque la forma como están organizados los juegos no permiten otra opción de valoración de su efectividad. Sin embargo, la mayoría de los discursos consideran los juegos como un escenario para la formación transhumana.

El equipo prejuvenil de futsal en acción

El perder, en la comunidad de los juegos Intercolegiados, toma diferentes matices; desde aquellos centrados, básicamente, en los resultados asumidos como propósitos hegemónicos del perder como derrota, fracaso, no lograr resultados, hasta aquellos imaginarios radicales/instituyentes que consideran el perder como posibilidad de aprendizaje y de reflexión para la formación transhumana.

Para la gran mayoría de deportistas y entrenadores perder debe ser una posibilidad de reflexión, incluso habría que tomarse con mucha serenidad y calma para analizar los escenarios que llevaron a tal resultado. Exaltan la parte formativa de perder, pero en el imaginario instituido subsiste la idea de que “llegaron fue a ganar”; por eso, se sienten frustrados al haber perdido.

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